La colonización-HISTORIA DE MEXICO
¿Qué es la colonización?
La colonización es el proceso por el que un país determinado, al que se denomina metrópolis, toma el control de un territorio situado en otro país o región. La creación de una colonia puede requerir acciones militares o producirse de manera pacífica.
La acción de colonizar implica que la metrópolis envíe a grupos de población a la colonia. En los casos en que se trate de una colonia de poblamiento, el número de colonos debe ser el necesario para poblar el nuevo territorio. Si solo se pretende una colonia de explotación, basta con enviar a un pequeño grupo para que domine política y militarmente a la población nativa.
Por otra parte, también existe un tipo de colonización que no necesita esa llegada de colonos. Se trata de la colonización económica, en la que la metrópolis explota las materias primas de la colonia y aprovecha la disponibilidad de mano de obra mucho más barata y fácil de dominar.
En general, han sido las potencias de cada época las que han actuado como metrópolis. Entro los ejemplos más importantes se encuentra el dominio colonial establecido por España sobre los países latinoamericanos, la colonización de EE.UU por Gran Bretaña y la carrera por controlar África por parte de los europeos.
Características de la colonización
Colonización e imperialismo
En muchas ocasiones, los términos colonización e imperialismo aparecen unidos, o incluso llegan a utilizarse indistintamente. Sin embargo, a pesar de que tienen relación, no significan lo mismo.
La principal diferencia entre ambos términos es que el colonialismo requiere de la presencia de colonos, algo que no es necesario para hablar de imperialismo.
En el caso del colonialismo económico sí existe casi total coincidencia con lo que se denomina imperialismo económico. En este caso, el dominio de un país sobre otro territorio no está basado en el envio de población, sino en sacar provecho de sus recursos materiales.
Dominio de la metrópolis
En todos los tipos de colonización existe una característica común: el dominio de la metrópolis sobre la colonia. Ese dominio puede englobar algunos o todos los ámbitos siguientes: el político, el militar, el religioso y el económico.
Ese dominio se establece muchas veces por medios militares, aunque como ocurrió con la colonización española de América, después se afiance obligando a los pueblos indígenas a abandonar su religión y costumbres y adoptar los de la metrópolis.
Relación desigual
Una vez establecida la colonia, los colonos disfrutan de privilegios legales, sociales y económicos sobre los pueblos conquistados.
Explotación económica
Uno de los motivos más importantes para que las potencias colonizaran distintos territorios fue la búsqueda de riqueza. Los colonizadores explotaban los recursos naturales, como los minerales, el oro o la plata.
Además, los territorios coloniales también se convertían en nuevos mercados para las metrópolis, así como en lugares en las que empresas de la metrópolis podían invertir.
Prestigio y factores estratégicos
La ampliación de su territorio mediante la colonización fue para las potencias europeas tanto un factor de prestigio como una manera de tomar ventaja sobre sus rivales. Esa ventaja podía ser tanto estratégica como económica.
Esto sucedió especialmente con la colonización en África y Asia. Los principales países europeos compitieron por controlar todo el territorio que pudieran de esos territorios, una carrera que se convirtió en uno de los factores que hizo estallar la Primera Guerra Mundial.
Tipos de colonialismo
Colonización indirecta
Las colonizaciones indirectas se caracterizaban por no asumir todos los poderes de las colonias. Así, los habitantes originales conservaban parte del poder político.
Los colonizadores sí se reservaban el control de todos los recursos económicos. Esto hacía que no fuera necesario enviar a muchos colonos al territorio.
Un ejemplo de este tipo de colonización fueron las actuaciones de las Compañías de Comercio y Navegación de varios países.
Colonización directa
En la colonización directa, la metrópolis imponía un mayor control de los territorios ocupados. Dentro de este tipo existían varias maneras de organizar la administración.
En la primera de estas administraciones, los colonizadores imponían a los gobernantes. Esto implicaba asumir todos los poderes.
Por su parte, los protectorados permitían que existiera un gobierno indígena, pero controlado por unas autoridades procedentes de la metrópolis.
Más ligero era el control de los llamados territorios metropolitanos. En estos casos, la metrópolis trataba a la colonia como al resto de sus provincias.
Colonias de poblamiento
Las llamadas colonias de poblamiento eran aquellas que se repoblaban con habitantes llegados de las colonias. Estos creaban organismos políticos parecidos a los de la metrópolis.
Colonias de explotación
A diferencia del anterior tipo, las colonias de explotación no recibían a muchos colonos desde la metrópolis. En estos casos la colonización estaba centrada en conseguir ventajas geoestratégicas y económicos.
A pesar de la falta de colonos, muchas de estas colonias de explotación se caracterizaron por el maltrato a la población indígena. El peor ejemplo de estas actuaciones se dio en el Congo Belga, una colonia personal del rey Leopoldo de Bélgica.
Colonización económica
Este tipo de colonización estaba basado en un intercambio económico muy desigual entre la metrópolis y la colonia. La primera obtenía materias primas para producir en sus fábricas los productos manufacturados, mientras que la segunda apenas recibía beneficios.
Colonización interna
Existe otro tipo de migración que también recibe el nombre de colonización: la interna. En este caso, el movimiento de población se dirige a zonas del mismo país para asentarse en ellas, normalmente por factores económicos.
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